Aunque esta tarta parezca un poco rara (¿qué pinta un sofá con una carretera?) tiene su lógica, su sentido y sobre todo su personalización.
Una tarta para celebrar un 50 aniversario de bodas... una vida entera dedicada el uno al otro y también a la enseñanza. ¿Cuantos permisos de conducir habrán dado? Alguna vez me lo ha comentado pero solo recuerdo que la cifra era alucinante...
Por eso cuando sus hijas me pidieron que hiciera la tarta de la fiesta tenían muy claro que tenía que estar relacionada con su autoescuela.
Y, bueno, lo del sofá, jajaja, está dedicado a Laura que creo que desde que se jubiló es su sitio favorito!
Así que ahí está la explicación de la tarta... sofá, coche de autoescuela, señales de tráfico...
La tarta ha sido muy grande ya que son una gran familia y había algunos "acoplados" a la celebración, pero espero que tengan suficiente!! El bizcocho es de buttermilk, sabor vainilla y relleno de trufa.
Pues nada, espero que acaben de pasar un día genial y que estén disfrutando mucho de todas las sorpresas que les tienen preparadas...
¡A seguir tan estupendos 50 años más!
